Pérgolas de pared con toldo, ¿sol o sombra?

Uno de los clásicos en el ámbito de las pérgolas son las pérgolas de pared con toldo. Una fórmula sencilla y práctica para disfrutar durante más tiempo de la libertad de una terraza o de un jardín. 

Este sistema de protección ofrece muchas posibilidades. Es decir, se puede personalizar para atender las necesidades concretas de cada casa y los gustos de cada uno. 

Toldo fijo o móvil

La primera distinción que hay que hacer es entre pérgolas de pared con toldo fijo o móvil. El toldo fijo es adecuado para localidades donde no es muy frecuente la lluvia, más bien al contrario, donde hace bastante calor y la fuerza de sol es grande. 

Para completar la estructura de aluminio de la pérgola se puede instalar un toldo que ocupe toda la cubierta. En el caso de que la pérgola sea grande y de forma alargada será necesario establecer tramos de lona, para que resista mejor y el viento no la rasgue.  

Una buena opción son los llamados toldos vela, toldos en forma triangular que están diseñados para permanecer fijos en la estructura, pero que dejan pasar el viento. La holgura de la instalación permite que el toldo se mueva con cada ráfaga de viento ventilando y dando frescor al porche. 

Tu decides, sol o sombra 

La otra opción para pérgolas de pared con toldo es que éste sea móvil, es decir que podemos escoger cuándo lo queremos extendido o cuándo queremos disfrutar del sol y de tener más luz.

El manejo del toldo puede ser manual o automático. Y en las versiones más completas se puede incluir un sensor de lluvia, de viento o incluso de intensidad de sol, para que el toldo se recoja o se extienda. 

Este tipo de toldo es también adecuado para zonas lluviosas o con inviernos fríos. Al recoger el toldo se protege la tela que permanecerá en perfectas condiciones durante más tiempo. 

Tipos de lona para tus pérgolas de pared con toldos 

Por último, hay que destacar todas las opciones en tipos y colores de toldos. En las telas encontramos materiales especiales para el sol como las telas acrílicas, para el agua como el tejido de PVC y las telas microperforadas que dejan pasar la luz y el aire y no crean tanta succión en el porche. 

Además, hay una amplia variedad de tratamientos especiales que preparan las telas para protegerse de los rayos de sol, del agua, del fuego o de una plaga de hongos.

En cuanto a los colores, además de los clásicos tonos blanco, blanco roto o gris perla, hay una amplia gama de tonalidades: negro, gris, verde, terracota, amarillo… Y, por supuesto, también hay rayas y estampados que aportan color a tu porche.