Pérgolas de aluminio para jardín, tu refugio perfecto

Unos sillones de mimbre con mullidos cojines de color crudo, una mesa baja sobre la que reposa tu taza de té y tu libro y una jardinera llena de jazmín que se enreda en las columnas… Este es el refugio que puedes construir con las pérgolas de aluminio para jardín. 

Una forma sencilla de tener un espacio único donde poder disfrutar sola o con los tuyos de una tarde de relax. 

Diseños a tu medida

Si quieres tener ya este lugar, piensa en la posibilidad de contratar los servicios de una empresa especializada en el diseño y construcción de pérgolas de aluminio para jardín. Puede que te preguntes por qué de aluminio y la respuesta es muy sencilla: es más resistente, maleable y se adapta a todos los estilos

Las pérgolas de aluminio para jardín pueden tener diferentes formas y tamaños. Las dimensiones más habituales son de 3×3 y 4×4, pero si encargas tu pérgola a medida, tienes plena libertad para darle el tamaño que mejor encaje con el uso que quieres darle. La ventaja del aluminio es que es muy resistente y se pueden hacer estructuras grandes sin miedo a que el viento, el uso o el peso del sistema de cubierta interfiera en su estabilidad. 

Por otro lado, el aluminio es fácil de trabajar y puedes darle el toque original que quieres con anchos pilares cuadrados, finas columnas redondas o incluso diseñar soportes en forma de media luna

La personalización también la tienes garantizada en cuanto al color. El aluminio puede adquirir casi cualquier color: negro, gris estilo forja, blanco, granate, verde botella o imitar color madera. 

Cubiertas para las pérgolas de aluminio para jardín

La cubierta es una de las señas de identidad de una pérgola. Tienes varias opciones para crear espacios acogedores de los que no querrás salir. Entre las diferentes posibilidades están:

  • Techos con travesaños de aluminio
  • Cubiertas con toldos 
  • Techos de policarbonato
  • Pérgolas bioclimáticas

Si te van las cosas sencillas y quieres potenciar la naturaleza, las cubiertas de travesaños son tu opción. Tendrás una zona de sol y sombra donde entra la luz natural y el viento fresco. Y si pones en la base los pilares maceteros con plantas trepadoras, tendrás mayor fresco, un aroma estupendo y, por supuesto, una decoración maravillosa. 

Si tu refugio está en un jardín espeso y sombrío, piensa en una pérgola con techo de paneles de policarbonato. Disfrutarás de protección para tener un ambiente acogedor y poder comer en el jardín, aprovechando al máximo la luz natural. 

No podemos olvidarnos de los toldos (fijos o móviles) que son un clásico entre los sistemas de cobertura de pérgolas. Gracias a los diferentes tipos de telas, colores y tratamientos especiales como impermeabilidad, fungicida o ignífugo podrás tener una estancia acogedora que encaje con el estilo de la vivienda. 

Por último, destacamos las pérgolas bioclimáticas. El sistema de cobertura más avanzado que te permitirá disfrutar de tu refugio en el jardín los 365 días del año, sin que te importe la estación del año o la temperatura del momento.