Las pérgolas bioclimáticas son uno de los sistemas más avanzados tecnológicamente que van a transformar el exteriorismo de tu jardín para convertirlo en un espacio que disfrutarás los 365 días del año. Descubre todo lo que te ofrece una pérgola de lamas móviles.
Pérgola de lamas móviles, las pérgolas 4 estaciones
El rasgo distintivo de las pérgolas bioclimáticas es precisamente las lamas de aluminio que pueden cambiar de orientación y de grado de inclinación. Gracias a este sistema se consigue un total aislamiento y un control sobre la cantidad de luz y aire que dejamos pasar.
Este control es el que convierte a la pérgola de lamas móviles en pérgolas útiles durante las 4 estaciones del año. A diferencia de otros modelos como las pérgolas de travesaños fijos, las de placas de policarbonato o, las más populares, las de toldos móviles, las bioclimáticas protegen en verano y en invierno.
Permitiendo aprovechar el jardín mucho más y haciendo la inversión rápidamente rentable.
¿Cómo funcionan?
La mecánica es muy sencilla. La estructura de la pérgola es similar a cualquier otra modalidad. Lo que es diferente es la cubierta. Como hemos indicado está formada por lamas de aluminio que van encajadas en un soporte que dispone de un mecanismo que permite mover las lamas variando su grado de inclinación de 0 a 135 grados.
El manejo es también sencillo. Dependiendo de lo que se quiera puede ser manual o mecanizado. Si se incorpora un sistema de motorización las prestaciones y la calidad del interior obviamente aumentan.
Los dispositivos de control de una pérgola de lamas móviles pueden incorporar sensores de lluvia, de viento y de intensidad del sol. Esto quiere decir que cuando se dan unas circunstancias meteorológicas concretas las lamas cambian su posición o, en caso de lluvia, cierran por completo el techo. De esta manera el interior siempre está protegido y con la mejor temperatura. En resumen, la mejor forma de disfrutar de un espacio siempre con la temperatura ideal.