Pérgolas metálicas con policarbonato, luz y protección

Una de las misiones de una pérgola es permitirnos seguir relajándonos en el patio o jardín aunque empiece a hacer fresco o peor, cuando empieza a llover. Si tu casa está situada en una zona propensa a las lluvias, una de tus mejores opciones son las pérgolas metálicas con policarbonato. 

Es una combinación ganadora que da protección, confortabilidad, luz y que demanda poco mantenimiento. 

Una estructura firme y práctica

Las pérgolas metálicas con techo de policarbonato reúnen todos los elementos para que disfrutes de un espacio funcional durante muchos años. Al escoger como base de la estructura un metal como el aluminio tienes la certeza de que el habitáculo va a ser firme y va a resistir los golpes del trasiego diario o los envites de una climatología adversa. Una vez fijada adecuadamente a la base tienes garantizada la estabilidad y seguridad. 

Una cubierta funcional

La elección de un techo de pérgola a base de placas de policarbonato es todo un acierto para climatologías lluviosas. Con este tipo de cubierta no hay que cambiar los planes para una barbacoa porque empiece a chispear. 

El aislamiento está garantizado y además al ser placas transparentes o con un ligero toque opaco se disfruta de la luz natural aumentando la sensación de estar al aire libre. Además, piensa que un techo transparente en otoño e invierno es ideal para aprovechar las horas de luz y sentirte protegido a la vez. 

Otra de las prestaciones de las pérgolas metálicas con policarbonato es la posibilidad de que los techos sean móviles. Las placas se desplazan abriendo o cerrando la pérgola para dejar entrar el sol y el aire o cerrándose para aislar el espacio interior. Además este sistema puede automatizarse para facilitar el manejo.  

Un toque moderno y elegante con pérgolas metálicas con policarbonato

A las ventajas que proporciona esta combinación de estructura y cubierta se suma la estética. Es una pérgola de líneas sencillas, minimalista que encaja con cualquier estilo. 

Es una pérgola que aporta elegancia a un jardín, un patio o la terraza de un ático. Se puede personalizar con diferentes accesorios. Uno de los más prácticos son estores colocados de manera paralela a la cubierta, así en las horas de más intensidad del sol aíslan mejor el interior.