Con los calores que ya hace, apetece cada vez más estar en el jardín para disfrutar de una agradable velada. Pero para que sea realmente estupenda es necesario contar con un sistema de protección y qué mejor que una pérgola. Ahora la duda es saber cual es la mejor opción, una pérgola para jardín de madera o de aluminio. Pues vamos a verlo.
Lo primero que hay que remarcar es que ambas opciones son muy válidas. Una pérgola con base de madera o de aluminio proporciona una estructura sólida y firme que cumplirá con nuestras expectativas de protección. La cuestión es conocer las ventajas e inconvenientes de cada material.
Pérgola para jardín de madera
La madera es un material con amplia tradición en la construcción de pérgolas. Es resistente y permite realizar composiciones de grandes dimensiones o pequeños refugios. Uno de sus mayores atractivos es la belleza del material. Una pérgola de madera es bella, aporta calidez y transmite sensación de confort.
Una pérgola para jardín de madera se suele combinar con una cubierta de toldos. Estos pueden ser fijos o móviles y en lo relacionado con la estética las opciones son muchas. Hay una amplia gama de tejidos, de colores, estampados y acabados que permiten personalizar la pérgola a tu gusto.
Los aspectos negativos de una pérgola de jardín de madera están relacionados con los cuidados y gastos de mantenimiento de la madera. Aunque es verdad que es un material duro y de alta resistencia, también es cierto que es delicado. Requiere tratamientos antihumedad, antiparásitos, lijados y barnizados por el deterioro ocasionado por la climatología. Todo esto conlleva tiempo y dinero.
Pérgolas con estructura de aluminio
La otra opción para tu jardín es una pérgola de aluminio. Es un material muy común, fácil de manejar y que permite realizar diseños muy diversos. Uno de sus rasgos distintivos es la resistencia y durabilidad.
Las pérgolas de aluminio son muy resistentes y ligeras a la vez. A diferencia de una pérgola de madera, esta estructura pesa menos y en cuanto a su resistencia hay que destacar que soporta perfectamente los golpes y vaivenes diarios y también cualquier condición meteorológica.
Esto resulta muy interesante porque quiere decir que apenas requiere mantenimiento. No hay que realizar cuidados periódicos de mantenimiento y tampoco tendremos que gastar dinero en ello.
El mayor inconveniente puede ser que resulta más fría, algo más impersonal o acogedora. Pero siempre se puede personalizar con colores, formas y tamaños y un montón de opciones de acabados y accesorios.
Ahora te toca decidir. Y, si tienes dudas, consúltanos.