Una de las opciones a la hora de instalar una pérgola en el jardín son las pérgolas de aluminio con lamas orientables. Un sistema de cerramiento que permite controlar en todo momento la ventilación y la temperatura del habitáculo.
Este tipo de pérgolas son también conocidas como pérgolas bioclimáticas y son la mejor opción para disfrutar de un espacio al aire libre los 365 días.
Pérgolas de aluminio con lamas orientables, tú decides la temperatura
Cuando pasamos una tarde en el jardín estamos expuestos a la climatología y esto acaba limitando nuestras horas de disfrute. Gracias a las pérgolas de aluminio con lamas orientables tú tienes el control para regular la temperatura y el ambiente.
Conseguirlo es tan sencillo como ir moviendo las lamas de manera que pase mayor o menor cantidad de aire.
Las pérgolas bioclimáticas están diseñadas para mover las lamas entre 0 y 135 grados. De esta manera se puede cerrar por completo la cubierta en situaciones de frío, lluvia o incluso nieve. Y lo mismo en verano, donde el sistema bioclimático es el que mejor puede crear una zona para comer a la sombra y fresca.
Instalación eficiente
Gracias a este control de la temperatura de manera natural se logra una mayor eficiencia energética en la casa, ya que cuando la pérgola está instalada adosada a la fachada la protege.
Para optimizar su funcionamiento se puede incorporar a la pérgola sensores de temperatura y de lluvia que se pueden programar para que abran o cierren las lamas, por ejemplo, ante el inicio de la lluvia.
El agua que cae en la cubierta no es problema porque el aluminio lo repele y no se oxida y además la pérgola dispone de un sistema de canalización libre o por solera para desaguar.
Prestaciones y accesorios
Ya hemos mencionado uno de los accesorios más funcionales, los sensores, pero además en las pérgolas de aluminio con lamas orientables se pueden incorporar sistema de calefacción, de refrigeración, iluminación y hasta hilo musical.