¿Por qué instalar cubiertas planas para piscinas?

Cuando se habla de proteger piscinas, pensamos en lonas que tapan el vaso de la piscina o en grandes estructuras que convierten nuestra piscina en una zona de baño climatizada. Sin embargo, hay una opción más, las cubiertas planas para piscinas.  

Cómo son las cubiertas planas para piscinas

Estas estructuras pueden tener diversas formas, aunque su objetivo es el mismo: preservar el agua en las mejores condiciones posibles y garantizar la seguridad en torno a la zona de baño, evitando caídas accidentales. 

Las cubiertas planas para piscinas son estructuras móviles realizadas con una base de  aluminio y con paneles de cristal o placas de policarbonato. Dentro de ellas destacamos dos modelos:

  • Una de las opciones son las cubiertas planas para piscinas telescópicas que al abrirse se recogen en un lateral. El inconveniente de esta opción es que la cubierta recogida puede molestar un poco a la hora de bañarse. Pero hay diferentes opciones para cubrirla, protegerla y disimularla, como por ejemplo con una lona especial. 
  • Otra opción son las cubiertas planas para piscinas desmontables. Son estructuras que cuando llega el calor se pueden quitar fácilmente dejando todo el perímetro de la piscina libre. Tiene la ventaja de no reducir ningún centímetro de la zona de baño y tampoco molesta o queda feo en el conjunto de la estética del entorno de baño. 

En ambas opciones los carriles o vías por las que discurre la estructura se insertan en el perímetro de la piscina, quedando a ras de tierra. De esta manera no son ningún obstáculo para el pasa y tampoco afectan negativamente a la estética. 

Ventajas de este sistema de protección

Como cualquier cubierta de piscina, las planas garantizan que el agua esté en las mejores condiciones de limpieza y salubridad. En la época de otoño e invierno está protegida de hojas, insectos y, sobre todo, de cualquier fenómeno atmosférico que afecta a los niveles del agua de la piscina. 

Todo esto hace que la operación de puesta a punto tras el invierno sea más rápida, más cómoda y más barata. Los trabajos de preparación son menores porque el agua ha sufrido menos y los trabajos de mantenimiento durante el invernaje la mantienen en mejores condiciones. 

Otra ventaja que cabe destacar es la seguridad. Unos de los riesgos de una piscina es que alguien, sobre todo niños, caigan de manera accidental al agua. Al estar cubierta y candada no hay peligro y la tranquilidad para disfrutar del jardín es mayor.