Una pérgola es uno de los mejores aliados en un jardín. Si además tu pérgola dispone de una cubierta móvil las ventajas son mayores. A todo esto le puedes sumar más puntos positivos si apuestas por una pérgola eléctrica.
¿Qué es una pérgola eléctrica y cómo funciona?
Una pérgola eléctrica es una pérgola automatizada. Es decir, que dispone de un motor que se encarga de abrir y cerrar el techo y, en el caso de las pérgolas bioclimáticas, cambia la orientación y grado de inclinación de las lamas.
Su funcionamiento es muy sencillo y que sea una pérgola eléctrica no implica un elevado gasto de energía. Los motores para pérgolas son pequeños y consumen muy poco.
Puedes comprar tu pérgola nueva con un sistema de motorización incorporado o, en algunos casos, se puede acoplar a una pérgola ya instalada. Una de las ventajas de tener una pérgola eléctrica es que vas a ganar en comodidad. No necesitas realizar ningún esfuerzo para abrir o cerrar la pérgola y puede hacerlo cualquier persona.
Mayor control de la temperatura interior
Las ventajas de una pérgola eléctrica también tienen que ver con la eficiencia. Gracias a los sistemas de monitorización vas a tener una mayor control en la regularización de la temperatura del habitáculo.
Como mueves el techo fácilmente, no te va a entrar pereza y, por ejemplo, no vas a dejar la zona descubierta en pleno sol. Ni los toldos se van a estropear cuando empiece a llover porque con solo pulsar un botón se recogen solos.
Sensores para pérgolas
Estas prestaciones pueden ser aún mejores si el automatismo cuenta con sensores de viento, lluvia y temperatura solar. Dependiendo del modelo pueden ser sensores alimentados con una célula solar fotovoltáica .
Son sensores ajustables para adaptarlos a tus necesidades y que gracias a un luxómetros, pluviómetro o anemómetro abren o cierran la cubierta. Así de fácil vas a poder disfrutar de mayor confort.