Cubiertas ligeras para pérgolas de áticos 

Una de las cuestiones que hay que tener en cuenta en las terrazas de los áticos es el peso que pueden soportar. Por firmes y bien construidas que estén no se debe instalar una estructura muy pesada. Por eso, escoger cubiertas ligeras para pérgolas es la mejor forma de disfrutar de este espacio privilegiado.

Ejemplos de cubiertas ligeras para pérgolas 

Las pérgolas en áticos son un clásico en esta zona. Son la solución perfecta para poder aprovechar al máximo este espacio, que de otra manera queda demasiado expuesto a la intensidad del sol, del viento y de la lluvia. 

Entre las opciones existentes en el mercado de cubiertas ligeras para pérgolas están:

  • Pérgolas de toldos. 
  • Pérgolas de placas de policarbonato. 
  • Sistema bioclimático para pérgolas. 

Las pérgolas de toldo son uno de los modelos más comunes. La ligereza de los tejidos de la cubierta resulta ideal a la vez que proporciona alto grado de protección. Para conseguir una pérgola lo más práctica posible hay que tener en cuenta la climatología de la zona. En zonas con alta probabilidad de lluvia los tejidos con PVC son los adecuados para proporcionar una cubierta impermeable.
Mientras que si lo que se busca es protección ante un sol intenso, el tejido debe ser acrílico de tipo screen out que retiene el calor en el exterior. Si el problema son las fuertes rachas de viento (algo a tener en cuenta en un ático a gran altura) el tejido microperforado da muy buenos resultados, evitando el efecto succión y los desgarros de la tela. 

Otra de las cubiertas ligeras para pérgolas son las placas de policarbonato. Placas de medidas muy diversas que proporcionan protección y  visibilidad. Estas cubiertas se pueden diseñar con una estructura superior móvil que permita abrir el techo cuando se quiera. 

Pérgolas bioclimáticas, ligereza con toda la tecnología

La tercera opción en cubiertas ligeras para pérgolas es el sistema bioclimático. Una de las cubiertas más avanzadas desde el punto de vista tecnológico. Su diseño con lamas de aluminio que oscilan de 0 a 135 grados y la posibilidad de automatizar el manejo, convierte a esta pérgola en la más funcional.

Gracias a la motorización y a los sensores de luz, agua y viento que se pueden incorporar, la pérgola bioclimática permite controlar en todo momento la temperatura del interior.