Un cerramiento de aluminio para terraza para ganar m2 en casa

Cuando pensamos en un cerramiento de aluminio para terraza se nos viene a la cabeza alguno de los múltiples balcones cerrados de las ciudades. Cerramientos que nos parecen todos iguales y aburridos. Sin embargo, las actuales posibilidades funcionales y decorativas son muchas.  

La carpintería de aluminio ha evolucionado de manera sorprendente y hoy en día se pueden realizar diseños muy diferentes para responder a las necesidades de cada cliente. 

Una casa más grande con tu cerramiento de aluminio para terraza

Sin duda uno de los principales motivos para cerrar una terraza es ganar metros cuadrados para la vivienda. Es verdad que una terraza es un respiro para poder disfrutar del aire libre, pero a menudo no le sacamos el máximo provecho. 

Una manera de rentabilizar ese espacio es incorporarlo a la habitación. La cuestión entonces es ver la manera de integrarlo estéticamente y desde el punto de vista funcional que sea firme, seguro y hermético. 

Un cerramiento seguro y que garantiza la confortabilidad

Lo bueno de hacer un cerramiento de aluminio para tu terraza es que este material garantiza la seguridad de la estructura. Es fuerte, duro, resistente, no se oxida y además pesa poco. Un dato muy importante para que la estructura sea segura. 

En cuanto a la confortabilidad, aunque el aluminio es conductor los cerramientos se realizan con rotura de puente térmico que evita el trasvase de temperatura interior y exterior. Esto unido a los cristales de calidad, e incluso con cámara de aire, hace de toda la composición una estructura que garantiza el aislamiento térmico y acústico y la confortabilidad

Un cerramiento a tu medida y a tu gusto

Con el aluminio se puede diseñar un cerramiento adaptado a tus necesidades. Con el color que más te guste o que encaje con el entorno del edificio y con perfiles finos que den más protagonismo a los cristales para tener más luz natural y visibilidad. 

En cuanto a los tipos de cerramiento destacamos 2 opciones:

  • Cerramiento corredero. En esta opción las ventanas o balconeras se desplazan a izquierda o derecha según las necesidades de cada momento. Además no invade el espacio interior dejando todo el hueco libre para colocar, por ejemplo, muebles. 
  • Plegable. Las ventanas quedan situadas en un costado cuando se abren dejando todo el espacio abierto y aumentando la sensación de amplitud y libertad. Este tipo de cerramiento es muy práctico y flexible.